El documental “El estafador de Tinder” cuenta la historia de un hombre que por medio de engaños logró estafar a varias mujeres alrededor del mundo contactándose por la app de citas Tinder.
Aunque fueron muchas las mujeres que cayeron en sus engaños y quedaron endeudadas por culpa de este sujeto, la chica que le presentaremos a continuación sacó a relucir su ‘sexto sentido’ y logró percatarse del engaño antes de ser estafada.
Simon Leviev, quien en realidad era Shimon Hayut, un hombre que se hacía pasar por el hijo heredero de un multimillonario diamantero, deslumbraba a sus víctimas con cenas ostentosas y citas lujosas para hacerles creer que realmente tenía ese dinero.
Pero con el tiempo se inventaba cualquier clase de accidente o eventualidad para que las mujeres que se suponían eran sus novias, realizarán préstamos para ayudarlo o les prestarán sus tarjetas de créditos mientras solucionaba sus inconvenientes económicos.
La mujer que no cayó
Valeria Calpanchay es una mujer argentina que vive en Alemania desde 2018, ella vivió en distintas ciudades por motivos laborales y fue en Munich que decidió descargar la app de citas Tinder.
Allí fue que se topó con el perfil del famoso “Simon” con el que intercambiaron números y pactaron una cita.
Nuestra cita fue muy espontánea y sucedió un día después de que coincidimos. Acababa de terminar el trabajo y me envió un mensaje de texto preguntándome si estaba libre para encontrarnos. Creo que envió un mensaje de voz”, dijo la argentina en su relato para el diario inglés The Mirror.
Según Calpanchay el estafador de Tinder la llevó al restaurante más caro, a una lujosa tienda de cigarros y finalmente a una cafetería, pero en esa cita habían comportamientos extraños que no le cuadraron a Valeria.
Fue el comportamiento extravagante y llamativo del estafador lo que la hizo dudar de que se tratara de un millonario. A ello se sumó una pregunta que evadió contestar Shimon y era sobre cuál era el país del que provenía. Cuando sucedió esto el timador cambió de tema, generando extrañeza en la argentina. Otro de los comportamientos raros que notó era que el estafador tenía dos teléfonos y que justo en plena cena recibió llamadas extrañas en las que hablaba de negocios y montos millonarios, su duda fue creciendo.
“Los millonarios no muestran su dinero en Tinder, porque no es necesario […] y quién habla de dinero delante de un extraño?, pensaba mientras veía su exagerado actuar.
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