La multa por $1.500 euros que le fue impuesta a la selección femenina de balonmano de Noruega por negarse a usar bikini en el Campeonato Europeo, fue muy polémica. Incluso, ya está teniendo repercusiones en los Olímpicos de Tokio 2020.
La selección Alemana
Las gimnastas olímpicas de la selección alemana, Elisabeth Seitz, Sarah Voss, Kim Bui y Pauline Schäfer, renunciaron a los uniformes con corte de bikini y optaron por las versiones de cuerpo completo.
Entre las 98 competidoras de la clasificación, ellas fueron las únicas que se presentaron con ese traje, en lugar del tradicional maillot ajustado. Esto lo hicieron para mostrarse en contra de la “sexualización” de las deportistas.
Según se conoció, la decisión fue dada por votación entre las participantes.
Buscan sentirse cómodas
“Se trata de sentirse bien y cómodas. Queríamos mostrar que cada mujer, cada una, debe decidir por sí misma qué ponerse”, dijo la campeona Elisabeth Seitz. Ella también aclaró que su objetivo y el de sus compañeras no es generar polémica.
Según reseñó el diario El Tiempo, el pasado mes de abril, la misma Federación Alemana de Gimnasia había aceptado en su reglamento el uso de estos trajes completos como un mensaje en contra de “la sexualización en la gimnasia”. Los entrenadores y el público apoyaron la actitud de las atletas y su decisión de elegir libremente.
El caso de Noruega
Por otro lado, las deportistas noruegas publicaron un mensaje de agradecimiento a través de Instagram. En él comentaron su alegría por todo el apoyo que han recibido y aprovecharon para reafirmar su rechazo a la multa.
Sin embargo, parece que las jóvenes no tendrán que pagarla. Pues resulta que la cantante estadounidense Pink, se solidarizó con ellas y se ofreció a cubrir la totalidad de la sanción.
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