Tal como sucedió durante el partido entre Junior y River por la Copa Libertadores, cientos de manifestantes se reunieron cerca del estadio Romelio Martínez de Barranquilla para protestar en contra de la realización del partido.
La escena de las ruidosas detonaciones y los gases que alcanzaron a los jugadores en el estadio, se repitió este jueves (13/05/2021), pues mientras se llevaba a cabo el partido, los manifestantes y el ESMAD se enfrentaban en las cercanías del estadio. Por esta razón, el encuentro tuvo que ser detenido en distintas ocasiones.
El bochornoso espectáculo del pasado miércoles 12 de mayo, el cual es un reflejo de la dura situación social que atraviesa el país, no pasó desapercibido para los mismos narradores argentinos, quienes reprochaban que el encuentro se haya dado bajo estas condiciones.
Este jueves, durante el encuentro entre América de Cali y Atlético Mineiro la situación se volvió a repetir pero de manera más notoria, ya que el encuentro tuvo que ser interrumpido en 4 ocasiones debido a que los futbolistas no soportaban el ardor en el rostro provocado por los gases lanzados por el ESMAD y que luego ingresaban al estadio.
Mientras tanto, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, seguía afirmando que la situación en la ciudad estaba controlada. Pero los hechos vividos dan cuenta de que no era cierto, por lo menos en el sector circundante al estadio.
La imagen lamentable que ha dejado el país en estas dos ocasiones, ha despertado las críticas internacionales tanto a la administración municipal de Barranquilla como a la misma Conmebol, ya que según cientos de usuarios en redes esos partidos nunca debieron ser permitidos en mitad de la actual coyuntura social que atraviesa Colombia.
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